Título: Ayala, César A., El Populismo atrapado, la memoria y el miedo. El caso de las elecciones de 1970, Medellín, Departamento de Historia, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia,
Autor:Jairo Estrada Álvarez *
El populismo atrapado, la memoria y el miedo. El caso de las elecciones de 1970 tiene como propósito principal examinar el proceso electoral que culminó con la derrota el19 de abril de 1970 del máximo líder de
Ayala recorrerá en el Populismo atrapado un camino de doble vía. Por una parte, dará cuenta del complejo y diverso proceso de producción del discurso y de las narrativas anapistas (considerados los actores y las regiones) hasta erigirse en un discurso populista polifónico con opción real de poder. Por la otra, mostrará igualmente las estrategias de preservación del poder por parte de la coalición bipartidista, desde la construcción del enemigo anapista en cabeza del dictador Rojas, acompañada por una política de disposición y socialización del miedo a través de los medios masivos de comunicación y del uso instrumentalizado y sesgado de la memoria histórica, hasta el expediente autoritario de recorte de las libertades civiles y políticas, con una nueva declaratoria del estado de sitio, el "régimen de excepción" permanente del Frente Nacional.
Desde el punto de vista historiográfico la obra no permite una fácil clasificación. Aunque a primera vista se trata de un libro de historia política, la "más completa y detallada sobre la vida política del país en los años sesenta que se ha escrito", según Herbert Braun, historiador estadounidense que prologa el texto (p. 11), Populismo atrapado también podría ser considerada una obra multifacética con evidentes elementos de historia de la cultura política colombiana, de la producción del discurso anapista, de historia del pensamiento social y político (de
Ese carácter multifacético de la obra es sin duda una de sus más destacadas virtudes. Desde esa perspectiva, el libro contribuye a un entendimiento amplio y profundo de ese período de la historia de nuestro país, arroja nuevas luces para mejorar las caracterizaciones sobre el régimen político de democracia restringida del Frente Nacional y resaltar los rasgos civilistas de nuestra cultura política (a través de las luchas de
La obra de Ayala consta de un prólogo del historiador estadounidense y colombianista Herbert Braun, ocho capítulos, una sección de conclusiones, otra de bibliografía y contiene, además, una parte de anexos documentales. El populismo atrapado no cuenta de manera explícita con un marco teórico ni con un cuerpo categorial de análisis previamente definido. Su capítulo introductorio cumple en parte esa función, aunque anticipa más bien aspectos del análisis, propios del objeto de estudio abordado por el autor a lo largo de la obra. Independientemente de esta consideración, la preocupación central del Ayala se ubica, desde el punto de vista teórico, en la pregunta por la memoria y su función social en la historia, a partir del examen efectuado a las elecciones del 19 de abril de 1970. Aunque también podría decirse que el interés de Ayala se refiere a las condiciones históricas de la producción y al análisis del discurso populista de
El hecho de que Ayala no explicite un marco teórico no debe llevar al equívoco de que el libro carece de propuesta teórica. En el estilo de Ayala la narración histórica es cargada de manera reiterada con consideraciones teóricas, que van apareciendo en la medida en que se desarrolla la trama. Lo que se extraña es la presentación sistemática de la propuesta teórica. Este aspecto es particularmente notorio respecto de la categoría analítica de "populismo". El autor queda en deuda con el lector en relación con su entendimiento teórico sobre el "populismo", fenómeno éste que además de tener muchas definiciones también se caracteriza por la indefinición; con la excepción, tal vez, del texto reciente de Ernesto Laclau, La razón populista1, en el que se aborda una construcción teórica de la categoría. Nuevamente, no significa ello que Ayala no posea una teoría sobre el populismo. De hecho su producción historiográfica se ha ocupado en gran medida de ese fenómeno. Lo que sucede en El populismo atrapado es que se da por sentada una definición de populismo que no se explicita; tampoco se muestran las especificidades del populismo anapista respecto de otras experiencias en América Latina (salvo esporádicas formulaciones). Sí señala Ayala que en el caso de
Según Ayala, con las elecciones de 1970 se estaría frente al proceso electoral más importante del siglo XX. Tal aserto se sustenta no sólo en el hecho de que además de las elecciones presidenciales se realizaban elecciones para todas las corporaciones públicas, sino que además se presentaba la probabilidad de un quiebre en las formas de dominación del Frente Nacional, del desmonte del régimen político de democracia restringida (y de "estado de excepción" permanente), dada la irrupción histórica de una opción real de poder:
Aunque Ayala no acoge la categoría analítica de clases sociales, sus consideraciones -a lo largo de la obra- sobre el uso de la memoria denotan que en el proceso electoral objeto de estudio, se pusieron en escena, cuando menos, dos lecturas históricas de la memoria. Una, aquélla de las clases subalternas que pretendía construir una línea de continuidad entre los años veinte, las movilizaciones populares de los treintas, el gaitanismo de los cuarentas, la "otra cara" de la dictadura en la década de 1950 y el movimiento de
En el proceso de producción del discurso y en la construcción del proyecto anapista, sectores intelectuales provenientes de diversas vertientes y de diferentes entendimientos de la política ocuparon un lugar central. Ayala no duda de su contribución a la cualificación teórica del proyecto anapista, a la "sintonía" que se produjo con los discursos tercermundistas, antiimperialistas y nacionalistas entonces en boga, especialmente en los países de la llamada periferia capitalista (aunque siempre en distancia frente al discurso de la izquierda radical, comunista, en sus diversas vertientes). También se trata de su contribución a la movilización popular, a la escenificación de la política en la calle. De su "ida al pueblo". No obstante lo anterior, el papel de estos sectores intelectuales no deja de sorprender. Al tiempo que se tenía un discurso mucho más cualificado que el del General, también eran claras las relaciones de subordinación frente a éste. Esa pérdida de independencia se expresó claramente en la actitud vacilante -y en la aceptación de la posición de Rojas Pinilla- frente a los resultados electorales del 19 de abril, lo cual se constituyó en otro factor de desmovilización de la protesta popular. En ese sentido, les cabe -a estos sectores- una gran responsabilidad en la derrota del movimiento anapista.
El movimiento anapista logró consolidarse como un proyecto multiclasista de unidad popular desde abajo, nacido más de las circunstancias históricas que de una estrategia política deliberada (p. 159). Se trata de un movimiento que se fue haciendo en el camino, y cuyo discurso se fue produciendo en ese mismo sentido. De ahí su carácter polifónico. Sobre las voces de
El carácter populista del movimiento resulta no sólo de su propuesta programática, en todo caso no antisistémica; también de sus prácticas, de sus formas de organización, de la manera como en el camino va "construyendo el pueblo", guiado por un líder que -sin representar la vehemencia, la pasión y cierto histrionismo propio de los líderes populistas- lograba concitar un masivo respaldo para la movilización popular. El carisma de Rojas sería muy particular; como lo hace recordar Ayala, el General lograba, incluso, arrodillar a sus seguidores en las plazas públicas para jurarle fidelidad. El populismo de
La experiencia populista de
Tratándose de una obra de gran valor politológico, sociológico y antropológico social, el libro no deja de ser esencialmente histórico. Ayala no ahorra esfuerzos en demostrar el oficio y el arte del historiador. El populismo atrapado es un texto hecho con base en una cuidadosa y exhaustiva revisión de fuentes primarias y secundarias, que le dan consistencia y rigor. En particular, debe destacarse el esfuerzo de Ayala por reconstruir y sistematizar el discurso populista de
No obstante lo anterior, debo señalar un aspecto que a mi juicio merecería una mejor atención en el uso de las fuentes. Me refiero a que hubiera sido deseable un mayor diálogo de Ayala con la historiografía que se ha producido sobre el período objeto de estudio. Si bien es cierto que ésta aparece referenciada en la sección bibliográfica, en el texto mismo -salvo algunas excepciones- no se deja traslucir el uso que hace de ella, bien sea para distanciarse o para acogerla como parte de su argumentación. El asunto se torna importante si se considera que buena parte de la historiografía no logra desprenderse de los tintes partidistas, especialmente liberales, o frentenacionalistas.
Un reclamo se le puede hacer a la obra de Ayala: la desatención de un análisis del contexto económico bajo el cual se desenvuelven los acontecimientos. Esa perspectiva hubiera enriquecido, sin duda, la investigación. En el período objeto de estudio produjeron definiciones importantes respecto de la estrategia de acumulación capitalista (debido a las expresiones de crisis que registraba el proyecto de industrialización dirigida por el Estado). Se habían aprobado decisiones de trascendencia en materia de política económica, fiscal y monetaria; se había impuesto una reforma constitucional con grandes implicaciones económicas y se había emprendido un proceso de reforma (y modernización) del Estado. Así mismo, eran notorios los impactos sociales de la política económica. ¿Cómo pudo haber incidido esa situación en la construcción del proyecto anapista? Ello no es evidente para el lector (salvo la mención a la posición de
* Profesor del Departamento de Ciencia Política de
1 LACLAU, Ernesto, La razónpopulista, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005.
2 Se trata de sectores de la militancia del Movimiento Revolucionario Liberal desencantados con la incorporación de Alfonso López Michelsen en el sistema del Frente Nacional.
3 Se trata de sectores de seguidores de Laureano Gómez y de Gilberto Alzate Avendaño.
4 Esta última, así como la inédita carta de Hernán Vergara a Gustavo Rojas Pinilla (publicadas en los anexos) se constituyen, dada la forma como Ayala construye la narrativa histórica, en piezas importantes para comprender la posición desmovilizadora de Rojas Pinilla frente al movimiento popular durante los días inmediatamente posteriores a la elección del 19 de abril. Ayala le concede a Vergara el haber inclinado la balanza a favor de una aceptación de la derrota por parte de Rojas Pinilla, mediante la apelación a las profundas convicciones religiosas de éste (pp. 220-222). Vives deja en entredicho la posición del candidato presidencial anapista y sugiere una entrega del movimiento en la sede de
Historia Crítica 33 - Enero-Junio 2007
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