Las doce hipótesis de una estrategia altermundista1
Gustave Massiah
Setiembre de 2010
Para evidenciar la coherencia y los temas controvertidos de la
estrategia del movimiento altermundista, proponemos doce hipótesis sobre el
análisis de la situación actual y sobre los proyectos de transformación
priorizados por el movimiento altermundista.
Primera hipótesis
La situación se caracteriza por una crisis global. Es ante todo una
doble crisis interrelacionada: la del neoliberalismo y la del capitalismo
Es una crisis del neoliberalismo como fase neoliberal de la
mundialización capitalista. Esta fase, que comenzó a inicios de los años 80,
está hoy día agotada. Es una crisis del sistema capitalista en sí, iniciada por
la profunda crisis que vivimos actualmente. Esta crisis, multidimensional, abre
una posibilidad de ruptura de un ciclo mucho más largo, de más de cinco siglos;
el que construyó una civilización capitalista y occidental.
Segunda hipótesis
La crisis actual que se presenta como una crisis financiera, monetaria y
económica, tiene fundamentos mucho más profundos. Es una crisis social, democrática,
geopolítica y ecológica, y de forma global, una crisis de civilización
Es una crisis social, de las desigualdades, de la pobreza y las
discriminaciones. Es una crisis democrática, la del cuestionamiento de las
libertades y la igualdad en todos los ámbitos donde conocieron avances. Es una
crisis geopolítica, la de la descolonización inconclusa y de la contestación de
la hegemonía de los Estados Unidos y sus aliados europeos y japoneses. Es una
crisis medioambiental, en la que se llega a los límites del ecosistema
planetario.
Cada una de las dimensiones de la crisis hace emerger los problemas no
resueltos de las anteriores crisis que la dinámica del capitalismo consiguió
retener sin darles solución.
Tercera hipótesis
El movimiento altermundista conlleva una lógica antisistémica con
relación a la lógica dominante.
Con relación a la lógica del sistema neoliberal, el movimiento
altermundista cuestiona la subordinación a la racionalidad del mercado mundial
de capitales y el ajuste estructural de cada sociedad al mercado mundial. Con
relación a la lógica sistémica del capitalismo, cuestiona la propia naturaleza
del crecimiento y de la mercantilización, en constante aumento, subordinando
todos los aspectos de la vida a la búsqueda del lucro.
El movimiento altermundista a través de las resistencias, las luchas
sociales y ciudadanas, la contestación cultural, la batalla de las ideas
contribuyó a profundizar las contradicciones del sistema y a su crisis.
Cuarta hipótesis
El movimiento altermundista es un movimiento histórico de emancipación
que prolonga y renueva los movimientos históricos de los periodos anteriores:
los movimientos históricos de la descolonización; por las libertades, de las
luchas sociales; la ecología.
Retoma tendencias de larga data redefiniendo los desafíos a partir del cuestionamiento
por el neoliberalismo de equilibrios históricos.
El movimiento histórico de la descolonización cuestionó el equilibrio y
el sentido del mundo. Fue combatido por el neoliberalismo a través de la
gestión de la crisis de la deuda, los programas de ajuste estructural y la
perversión de los regímenes de los países descolonizados.
El movimiento histórico por las libertades y por la igualdad había
transformado el mundo con el siglo de las “Luces” y luego con la revolución de
las nacionalidades; tomó nuevas dimensiones con el movimiento por las
libertades de 1965 y 1973, con el cuestionamiento de los totalitarismos y de
las opresiones, particularmente la opresión de las mujeres. El neoliberalismo
intentó recuperarlo a través del individualismo y el consumismo. El movimiento
histórico de las luchas sociales, estructuró la historia del capitalismo.
Oponiendo, desde los inicios del sistema capitalista la burguesía al
campesinado y a las clases populares urbanas; cobró toda su dimensión con el
movimiento obrero a partir del siglo XIX y en las luchas revolucionarias de
inicios del siglo XX. El neoliberalismo, por su parte, desarrolló la precarización
y una mundialización fundada en el dumping social generalizado.
Quinta hipótesis
La orientación estratégica del movimiento altermundista es el acceso a
los derechos para todos y la igualdad de derechos a escala mundial. Cobra todo su
sentido con el imperativo democrático.
Esta orientación caracteriza la naturaleza anti-sistémica del movimiento.
Éste opone el acceso a los derechos para todos a la lógica del neoliberalismo.
Opone la igualdad de derechos, a escala mundial, a la lógica del capitalismo. A
la afirmación de que no podemos organizar el mundo sino a partir de la
regulación por el mercado mundial de capitales, el movimiento contesta que
podemos organizar cada sociedad y el mundo a partir del acceso a los derechos
para todos. A la afirmación de que no podemos organizar el mundo sino a partir
de relaciones sociales determinadas por la propiedad del capital, el movimiento
responde que podemos organizar cada sociedad y el mundo basándonos en la
igualdad de derechos.
La orientación estratégica sobre el acceso a los derechos está
necesariamente relacionada con el imperativo democrático, que cobra una
intensidad particular en el periodo actual en el que las libertades están en
entredicho y donde la igualdad es cuestionada como valor.
Sexta hipótesis
El movimiento altermundista reivindica la implementación de cuatro generaciones
de derechos que fueron creados por cada uno de los movimientos históricos: los
derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales y culturales,
los derechos de los pueblos y los derechos ecológicos. Cada periodo histórico
retomó para sí, completó y renovó los derechos formalizados en los anteriores
periodos.
Las grandes declaraciones del siglo XVIII, explicitaron y formalizaron
los derechos civiles y políticos. Y la Declaración Universal de los Derechos
Humanos los completó. Los derechos de las mujeres los renovaron. A lo cual se
sumó el rechazo de los totalitarismos y la articulación de los derechos
individuales y los derechos de los pueblos.
Los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales fueron priorizados
por la DUDH y completados por las políticas públicas de la post-guerra y por el
Pacto Internacional de derechos económicos, sociales y culturales (PIDESC). Los
derechos de los pueblos, sobre todo los derechos a la autodeterminación, al control
de los recursos naturales y al desarrollo fueron formalizados por la ONU y explicitados
en la Carta de los Derechos de los Pueblos.
Una cuarta generación de derechos está en gestación. Abarca los derechos
“ecológicos” y corresponde a la redefinición de las relaciones entre la especie
humana y la Naturaleza. Incluye los derechos a controlar la mundialización y la
renovación de los derechos civiles y políticos, fundamentalmente los derechos
de los migrantes y de libre circulación. Abarca también la renovación de los
derechos en el marco de un universalismo universal.
Séptima hipótesis
El movimiento altermundista, formado por la convergencia de movimientos sociales
y ciudadanos, prioriza una cultura política basada en la diversidad y la horizontalidad.
La diversidad procede de la legitimidad de todos los movimientos que
luchan contra la opresión y que inscriben esta lucha en un proyecto de
emancipación. El movimiento puso en marcha un proceso, el de los foros sociales
mundiales; los cuales se organizan en base a los principios de las actividades
autogestionadas, al
rechazo de las autoridades autoproclamadas, a la búsqueda de consensos y
a la democracia participativa.
La referencia a “otro mundo posible” expresa el rechazo de la fatalidad,
de las teorías del “fin de la historia”, de “guerra de civilizaciones” y de la
pretensión neoliberal “there is no alternative”.
Octava hipótesis
Las bases sociales del altermundismo y sus alianzas dependen de los
desafíos del periodo, de las salidas que se presentan a la crisis: el
neoconservadurismo de guerra; la refundación del capitalismo a través de un
“green new deal”; la superación del capitalismo.
Las bases sociales en el caso del neoconservadurismo de guerra atañen a
todos aquellos que quieren luchar contra la barbarie, la represión, los
regímenes autoritarios y las guerras. El neoconservadurismo de guerra se
presenta como una salida para todos aquellos que quieren mantener, cueste lo
que cueste, los privilegios del neoliberalismo. Las bases sociales y las
alianzas con relación a la refundación del capitalismo y al “green new deal”
están formados por todos los movimientos que luchan por el acceso a los
derechos a escala mundial.
Las bases sociales para la superación del capitalismo están formadas por
los partidos y movimientos que están comprometidos en las luchas por la
igualdad de derechos.En lo inmediato, las alianzas agrupan a los que se oponen
al neoconservadurismo de guerra.
Los principios generales se definen a la escala de la crisis, de la
globalización. Las alianzas concretas dependerán de las situaciones de las
naciones y de las grandes regiones. A más largo plazo, y si se consigue apartar
el peligro del neoconservadurismo de guerra, la confrontación enfrentará a los
defensores del “green new deal” y a aquellos que proponen la superación del
capitalismo.
Novena hipótesis
El debate sigue en el foro sobre varios temas estratégicos,
especialmente sobre los temas del poder y lo político. La apuesta es inventar
nuevos vínculos entre la cuestión social y los movimientos y entre el ámbito
político y las instituciones. El imperativo democrático la piedra angular de
este replanteamiento.
La interrogación se concentra en primer lugar en el carácter
contradictorio del Estado, entre el servicio a las clases dominantes y el
interés general, sobre la crisis del Estado Nación y sobre el papel del Estado
en la transformación social.
Se interroga también sobre la naturaleza del poder y sobre la relación
al poder. En los procesos emprendidos, sobre todo con relación a la violencia,
las modalidades de la lucha por el poder pueden prevalecer sobre la definición
del proyecto y marcar profundamente la naturaleza de la transformación social.
La cultura democrática es en éste ámbito determinante. El cuestionamiento de la
dominación pasa por la confrontación de la hegemonía cultural. Toda
transformación social se enfrenta a un rechazo por parte del poder dominante.
No hay cambio social sin ruptura, sin discontinuidad en las formas de lo
político y del poder. Esta ruptura y su control posible constituyen la apuesta
fundamental de todo cambio social. El debate sobre las orientaciones generales
y las aplicaciones en las situaciones específicas está al centro de los debates
del movimiento altermundista.
Décima hipótesis
La crisis global abre oportunidades para el movimiento altermundista.
Estas oportunidades articulan, de forma urgente, un programa de mejoras inmediatas,
a más largo plazo, un espacio de transformación radical.
Las oportunidades permiten identificar, siguiendo varios grandes ejes,
las mejoras inmediatas posibles, por un lado, y por otro, las transformaciones
radicales en términos de nuevas relaciones sociales, de fundamentos de nuevas
lógicas y de líneas de ruptura.
La regulación pública y ciudadana permiten redefinir las políticas
públicas; abren la discusión sobre las formas de propiedad y sobre la evolución
fundamental del trabajo.
La redistribución de las riquezas y el retorno del mercado interno abren
la posibilidad de una estabilización del salariado, de una garantía de
ingresos, de una protección social y un mejor acceso de los servicios públicos;
permite la igualdad de acceso a los derechos y la relación entre el estatus
social del salariado y su evolución desde el punto de vista de la relación
social.
La urgencia ecológica precisa medidas inmediatas para la preservación de
los recursos naturales, especialmente el agua, la tierra, la energía, la
biodiversidad y el clima; abre la discusión sobre la mutación del modo de
desarrollo social.
El modelo de representación política necesita la redefinición de la
democracia, el rechazo de la discriminación y de la segregación social; plantea
la reflexión sobre las nuevas formas de poder y de la política.
El reequilibrio entre el Norte y el Sur define una nueva geopolítica del
mundo; abre una nueva fase de descolonización.
Una nueva regulación mundial redefine el sistema internacional; plantea
la regulación de la transformación social a escala planetaria y la perspectiva
de una ciudadanía mundial.
Onceava hipótesis
Los análisis y las propuestas discutidas en los foros sociales mundiales
se han utilizado, desde el inicio de la crisis, como argumentos en la batalla
de ideas. Pero no se han impuesto en las políticas implementadas. El movimiento
altermundista, junto con las recomendaciones inmediatas, avanza nuevas propuestas
que articulan la salida del neoliberalismo y la superación del capitalismo.
La crisis global se reconoce hoy como una crisis del neoliberalismo; la
discusión sobre la crisis del sistema capitalista ha entrado de lleno en el
ámbito público. Las recomendaciones inmediatas (control del sistema bancario,
regulación pública y ciudadana, supresión de los paraísos fiscales, impuestos
internacionales, etc.) se imponen en el debate pero edulcorados, incluso
ignorados, para no afectar a los intereses de las clases dominantes.
En los foros sociales mundiales, varios temas articulan las nuevas
orientaciones susceptibles de reformas inmediatas y alianzas amplias y las
nuevas aperturas hacia alternativas radicales. Entre estos temas, citemos los
del bien común, la gratuidad, el bienestar, la demercantilización, la
relocalización, la hegemonía cultural y el poder político, la democratización
radical de la democracia, la construcción de un “universalismo universal”, el
estatus político de la humanidad, etc.
Doceava hipótesis
El movimiento altermundista está sumido en una reflexión global, de renovación
del pensamiento de la transición y en la busca de soluciones políticas que
correspondan a las diferentes situaciones. Propone articular las respuestas en
función del tiempo, la urgencia y la duración; del espacio, de lo local a lo
global; de las formas de intervención. Impulsa frontalmente las luchas y las
resistencias, la elaboración intelectual, la reivindicación de las políticas
públicas que apuntan a la igualdad de derechos, las prácticas concretas de
emancipación.
En cuanto a las escalas de espacio, existen interdependencias entre lo
local, lo nacional, las grandes regiones, lo global y lo planetario. Cada
propuesta se enfoca en base a cada nivel, ya se trate de la hegemonía cultural,
las relaciones internacionales, económicas, geopolíticas y ecológicas, la
democratización, los equilibrios económicos y geoculturales, el poder político,
los Estados y las políticas públicas, las prácticas concretas de emancipación o
la relación entre población, territorio e institución.
En cuanto a las formas de intervención, el movimiento altermundista
impulsa acciones a través de cuatro modalidades que se explicarán en la última
parte del libro. Las luchas y las resistencias permiten defenderse y crear. La
elaboración permite comprender el mundo para transformarlo. Las políticas
públicas son un espacio de conflictos y negociaciones. Las prácticas concretas
de emancipación, a todos los niveles, desde el nivel local hasta el nivel
mundial, pasando por la escala nacional y regional, construyen alternativas y
prefiguran nuevas relaciones sociales.
Como todo sistema, el capitalismo no es eterno. Hubo un inicio y habrá
un final. Su superación es una cuestión actual. Es necesario desde ahora comenzar
a esbozar y preparar otro mundo posible.
Notas:
1. Extracto de Gustave Massiah, Una stratégie Altermondialiste,
Ediciones La Decouverte, publicado en enero del 2011
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